viernes, 7 de noviembre de 2014

Recortar en cultura supone invertir en incultura

España es un país que nunca ha sabido tratar bien a sus artistas, pertenezcan al ámbito cultural al que pertenezcan. No se fomenta la música clásica, ni el teatro, ni el cine, ni la poesía ni la pintura. Tengo amigos escritores, pintores y músicos que se han ido a vivir al extranjero por la imposibilidad de trabajar decentemente en su propio país. El IVA cultural en España es absolutamente escandaloso, en comparativa con los países europeos más avanzados, donde la oferta cultural es muchísimo más elevada y está más protegida. Todo esto tiene su repercusión en el ciudadano, que no puede acceder a comprar libros por su elevado precio, o acudir al teatro, o asistir al cine o ver un concierto de Mozart. Sin embargo, eso puede resultar beneficioso para los gobiernos, ya que quien recorta en cultura invierte en incultura, y un país inculto es un país fácilmente manejable.

Pero no invertir en cultura también tiene su coste. Aquí os dejo una noticia aparecida en el diario El Confidencial.

"Recortar en cultura no beneficia a la economía española. Tal y como muestra el Anuario de Estadísticas Culturales, publicado hoy por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la desinversión en las industrias culturales que ha mantenido el Gobierno de Mariano Rajoy ha logrado que España deje de ingresar más de 1.100 millones de euros en el último año. En el informe, cuyo objetivo es dar testimonio de la situación de la cultura, se analiza cada área cultural y su repercusión en el empleo y en la economía del estado a través de su incidencia en el PIB".

Leer más:  España pierde 2.100 millones de euros por el recorte en cultura - Noticias de Cultura  http://bit.ly/1uGSLyt

lunes, 6 de octubre de 2014

"Sesenta relatos", de Dino Buzzati

Os dejo una reseña que escribí hace ya un par de años sobre el libro "Sesenta relatos" de Dino Buzzati, publicado por la Editorial Acantilado, una de las pocas en las que aún se puede confiar.



Puede que el nombre de Dino Buzzati no diga gran cosa a la mayoría de los lectores españoles. Gran parte de este desconocimiento se debe a que, -a pesar de su extraordinario peso literario y de ser considerado un autor de culto- Dino Buzzati (Belluno 1906 - Milán 1972) ha sido poco editado tanto en España como en el resto de Europa. Hasta hace bien poco, en el mercado español tan sólo disponíamos de contadas publicaciones de este autor. Fue la Editorial Gadir la que, desde hace tres años, comenzó a editar de un modo más regular a Dino Buzzati, convirtiéndolo en uno de sus autores estrella, en ediciones muy cuidadas y buenas traducciones: “El secreto del bosque viejo”, “Un amor”  y “El gran retrato”, títulos a los que se unió recientemente “Poema en viñetas”, una obra de difícil clasificación que muestra a los amantes de las exquisiteces la faceta de dibujante del autor.
Un paso más en el reconocimiento literario de Buzzati supone la publicación en septiembre de 2006 de Sesenta relatos (Sessanta Racconti), en la editorial Acantilado; una recopilación de cuentos en un solo volumen reunidos por el propio autor en 1958. Este libro de 613 páginas, con una excelente traducción de Mercedes Corral, viene a constituir la auténtica summa del mundo poético de Buzzati, con su particular visión surreal de la vida. En él se recogen los temas más habituales en Buzzati; desde la alegoría hasta el relato de humor, desde la fantasía al terror, desde lo imaginativo y misterioso a lo más real y tangible. 
La lectura de los relatos de Buzzati no supone una tarea fácil para el lector, especialmente para los amantes de los finales redondos que dan respuesta o sentido a un nudo principal. En sus cuentos, no nos encontramos ante la estructura clásica de “introducción”, “nudo” y “desenlace”. Con una escritura fluida, Buzzati nos adentra en su particular mundo mágico y poético, sin dar respuesta al misterio que envuelve al relato, dejando en manos del lector la tarea de descifrarlo. Todas sus páginas están cargadas de simbolismo que, más que limitar, exaltan la belleza estética de su escritura.
Los relatos de Buzzati parten casi siempre de un hecho cotidiano; un viaje turístico a un país desconocido, el regreso de un soldado a su casa, una herencia, una gota de agua, un reino del que no se conoce frontera. Este hecho trivial sirve al autor para profundizar –en unas ocasiones- en lo enigmático y lo fantástico, y -en otras-  para presentar el absurdo de los destinos humanos. Pero Buzzati no hace tan sólo la narración de un hecho cotidiano con su inquietante trasfondo de fantasía o misterio, sino que –además- es capaz de narrar lo fantástico como si fuera algo natural y cotidiano, como si formara parte de lo real, contagiando al lector y envolviéndolo en su ritmo de tal modo que no pueda discernir lo uno de lo otro. Porque, ante todo, en Buzzati predomina la alegoría, el relato cargado de elementos simbólicos que se desarrollan a través de situaciones y personajes realistas, el cuento cargado de exaltación poética con un toque kafkiano.
En muchos de los cuentos que encontramos en “Sesenta relatos”, la realidad se ve distorsionada por acontecimientos que chocan frontalmente con el verosímil realista, pero al no encontrar una explicación razonable, esos acontecimientos, aún banales, crean la sospecha de que existe otro plano de realidad.
Una gota de agua que asciende sirve al autor para describir con magistral claridad los sentimientos propios del miedo inconsciente (“Una gota”). La exploración de un reino que parece no tener frontera, es el marco donde el autor nos ofrece su visión sobre el absurdo de la vida (“Los siete mensajeros”). El sentimiento de culpa, con una causa absurda pero, sin embargo, rea" para el personaje, es la base en "El desplome de la Baliverna".

En resumen; en muchos de estos relatos de “Sesenta relatos” (Los siete mensajeros; El asalto al gran convoy; Miedo en la Scala; El niño tirano; El acorazado), se encuentran las mejores páginas que escribió Buzzati. Sin duda, uno de los grandes fabuladores de nuestra época que resistirá con soltura –como señalaba Italo Calvino- el paso del tiempo.

martes, 23 de septiembre de 2014

¿Merece la pena escribir?

Todos aquellos que hoy en día se dedican a la literatura en España, que dedican un par de horas de su día para escribir, tienen un valor incalculable. Y, sobre todo, una moral indestructible. Dedicarse a la literatura hoy en día es una especie de suicidio.
Las librerías están repletas de libros escritos -¿?- por personajes de televisión famosos, y pocos son los nuevos autores que reciben el apoyo de una editorial. Sencillamente, no hay cabida para ellos. La literatura no vende, y ninguna editorial está dispuesta a perder dinero. Por eso apuestan sobre seguro; la carnaza, el cotilleo. Las editoriales españolas -a excepción de unas pocas - ya no son fiables, ya no poseen valor cultural alguno, porque -sencillamente- ya no realizan la función para la que nacieron. No les interesa la literatura, sino las ventas. Lo mismo sucede con algunos críticos literarios, que están al servicio de los intereses de las editoriales más potentes, y solo se dedican a publicitar con elogiosas palabras a los escritores más rentables.
De este modo, cientos, miles de buenos escritores morirán sin que sus libros sean valorados -ni siquiera, publicados- como merecen. 
Os dejo dos excelentes artículos sobre este tema. 












miércoles, 17 de septiembre de 2014

Poemas

Mi amigo Enrique Laso es un escritor que se ha forjado a sí mismo a lo largo de los años, lo cual le otorga aún más mérito.  Su éxito le llegó con "El rumor de los muertos", una fantástica novela con decenas de miles de lectores en todo el mundo y que pronto llegará a las librerías españolas de la mano de Ediciones Martínez Roca, de Planeta de Libros. Ha escrito cerca de una veintena de novelas y ha ganado diferentes certámenes literarios. Pero Enrique Laso también tiene sangre y alma de poeta. Recientemente ha publicado su libro "Poemas" en Amazón. Aquí os dejo uno de los que más me ha gustado. Imprescindible en nuestra biblioteca de poemas.




POEMAS
Enrique Laso



    Miro mis manos
    Y comprendo que ya no son mías
    Siento que son de la tierra
    Y ya se han confundido en su boca de árboles y ríos

    Estos ojos ya están mordidos
    Por cientos de soles que estiraron sus brazos
    Para arrancarme las pupilas

    Oigo mi voz y sé que no me pertenece
    Es del viento
    Que movió sus labios mudos
    Y me extirpó las palabras

    Ya nada de mí mismo tengo
    Vago por el mundo poseído por el terrible dolor
    De estar y ser en cada una de las cosas
    De amar y vivir en cada uno de los elementos

    Me he confundido con esta suerte de realidad y sueño
    Y para que tú me sientas
    Es preciso que me extinga cada día
    Atenazado por la tristeza de saber
                                                 Que solo soy preludio

martes, 9 de septiembre de 2014

Twittersía

No me gusta la literatura vulgar, y mucho menos la vulgarización de la poesía. Dentro de todas las ramas de la literatura, la poesía es -posiblemente- la más compleja, ya que requiere por parte del escritor una lucha atroz por conseguir con pocas palabras remover el espíritu, acariciar el alma o asolar el mundo. Como escuché en una ocasión, una novela puede ganar por puntos, pero un poema tiene que ganar por K.O.
Cualquiera puede escribir una rima graciosa, un par de versos rimados cargados de sentimiento tan excesivo como estéril, pero eso no es poesía. Hoy en día, con las redes sociales, muchas personas escriben frases o versos vulgares aplaudidos y seguidos por lectores a los que les cautiva la simplicidad, que no es lo mismo que la sencillez. Pero también hay buenos poetas o buenos escritores entre esas redes sociales. Este es el ejemplo de algunos tuits poéticos -me dejo miles, imposible leer a todos- que me han gustado. Prometo seguir buscando.




TWITTERSÍA












jueves, 4 de septiembre de 2014

Radiografía

Os dejo uno de mis poemas más queridos, "Radiografía", de Miguel D´ors, un poeta nacido en Santiago de Compostela que es y ha sido fuente de inspiración para toda una generación poética.



RADIOGRAFÍA
Miguel D'Ors


    Por gallego esta lluvia
    oscura murmurándome en el alma.
    Por d'Ors la habilidad para el fracaso.
    Por Navarra esta forma
    de agarrar las preguntas por los cuernos.
    Por lo visto poeta.

    Y además ciudadano de las nieves
    sin nombre, tiernamente amargo como
    los cortos de Charlot,
    eterno partidario de los ciento volando,
    católico a pesar de ser católico,
    inesperado como los viejos Blanco y Negro,
    Salicio juntamente y Nemoroso,
    Al margen, reaccionario progresista, extranjero
    crónico, capricrónico. Distinto a este poema
.

miércoles, 20 de agosto de 2014

El hábito de habitarnos

Hoy os dejo un poema de Elvira Sastre, autora de "Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo" y "Baluarte". Una voz nueva que he descubierto recientemente y que posee una luz muy propia.



"CUARENTA Y TRES MANERAS DE SOLTARSE EL PELO"
Elvira Sastre




        Me pregunto si es esto:
        las palabras encajando en las notas,
        la calma del equilibrio minúsculo
        y el mínimo sobresalto que sale de dentro,
        lo 
        ajeno 
        que
        ya 
        es
        propio.

        Me pregunto si es esto:

        el recuerdo en presente,
        la mano experta tendida sin rozar apenas,
        un silencio cómodo habitado entre miradas,
        la
        rutina
        que
        ya 
        es 
        perenne.

        Cada noche
        abrazo la respuesta.

Extraído de su blog http://bleuparapluie.blogspot.com.es/

miércoles, 13 de agosto de 2014

Resurrección

Os dejo un poema de mi último libro "Ángeles Caídos", titulado "Resurreción"



RESURRECCIÓN
Toni García




No aguardes la resurrección de la carne;
esto que ves es lo que somos:
huesos y vísceras –materia desvanecida-
avivados por la vana ilusión
de perpetuar nuestro nombre en la historia
(aunque sea en la historia particular
de algún semejante).
Y nada más. Llegados a este punto
las victorias que hemos de ganar
ya no son nuestras.

domingo, 10 de agosto de 2014

El beso

Un poco de poesía callejera en acción.


Las cosas que me acechan

Comienzo esta travesía con un poema de Víctor Botas (Oviedo, 1945-1994), un gran poeta excesivamente desconocido.



LAS COSAS QUE ME ACECHAN
Víctor Botas




    Con indecisa pluma voy poniendo
    indecisas palabras. (Quiero darte
    un poco de mi espíritu.) Es difícil
    llenar tanto papel con unas líneas
    capaces de emoción. A cada paso
    se bifurca el camino y aparecen
    otros nunca pensados; sólo uno, 
    que no sabré encontrar, es el preciso.
    Escribo, pues, errando las ideas
    y sus vanas palabras. (Se parece
    bastante este oficio a esa otra busca
    más rica, que es la vida. La ventaja
    de la ficción consiste en que, si quiero,
    rompo la hoja. Puedo repetirme.)

Se abre el telón

Después de varios años alejado de la poesía, de ese barco que zarpa a lugares desconocidos, unas veces cruel, otras amable, trepo furtivamente por el cabo de amarre y me cuelo en la toldilla. Zarpo y respiro, y emprendo de nuevo viaje. Recorro en mis ojos versos y mares, propios y ajenos, y me dejo al fin adormecer -emocionado, asustado, a veces hundido- entre el oleaje.
Rata de barco pirata