Hoy os dejo un poema de Elvira Sastre, autora de "Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo" y "Baluarte". Una voz nueva que he descubierto recientemente y que posee una luz muy propia.
"CUARENTA Y TRES MANERAS DE SOLTARSE EL PELO"
Elvira Sastre
Me pregunto si es esto:
las palabras encajando en las notas,
la calma del equilibrio minúsculo
y el mínimo sobresalto que sale de dentro,
lo
ajeno
que
ya
es
propio.
Me pregunto si es esto:
el recuerdo en presente,
la mano experta tendida sin rozar apenas,
un silencio cómodo habitado entre miradas,
la
rutina
que
ya
es
perenne.
Cada noche
abrazo la respuesta.
Extraído de su blog http://bleuparapluie.blogspot.com.es/
miércoles, 20 de agosto de 2014
miércoles, 13 de agosto de 2014
Resurrección
Os dejo un poema de mi último libro "Ángeles Caídos", titulado "Resurreción"
Toni García
No
aguardes la resurrección de la carne;
esto
que ves es lo que somos:
huesos
y vísceras –materia desvanecida-
avivados
por la vana ilusión
de
perpetuar nuestro nombre en la historia
(aunque
sea en la historia particular
de
algún semejante).
Y
nada más. Llegados a este punto
las
victorias que hemos de ganar
ya
no son nuestras.
domingo, 10 de agosto de 2014
Las cosas que me acechan
Comienzo esta travesía con un poema de Víctor Botas (Oviedo, 1945-1994), un gran poeta excesivamente desconocido.
LAS COSAS QUE ME ACECHAN
Víctor Botas
Con indecisa pluma voy poniendo
indecisas palabras. (Quiero darte
un poco de mi espíritu.) Es difícil
llenar tanto papel con unas líneas
capaces de emoción. A cada paso
se bifurca el camino y aparecen
otros nunca pensados; sólo uno,
que no sabré encontrar, es el preciso.
Escribo, pues, errando las ideas
y sus vanas palabras. (Se parece
bastante este oficio a esa otra busca
más rica, que es la vida. La ventaja
de la ficción consiste en que, si quiero,
rompo la hoja. Puedo repetirme.)
LAS COSAS QUE ME ACECHAN
Víctor Botas
Con indecisa pluma voy poniendo
indecisas palabras. (Quiero darte
un poco de mi espíritu.) Es difícil
llenar tanto papel con unas líneas
capaces de emoción. A cada paso
se bifurca el camino y aparecen
otros nunca pensados; sólo uno,
que no sabré encontrar, es el preciso.
Escribo, pues, errando las ideas
y sus vanas palabras. (Se parece
bastante este oficio a esa otra busca
más rica, que es la vida. La ventaja
de la ficción consiste en que, si quiero,
rompo la hoja. Puedo repetirme.)
Se abre el telón
Después de varios años alejado de la poesía, de ese barco que zarpa a lugares desconocidos, unas veces cruel, otras amable, trepo furtivamente por el cabo de amarre y me cuelo en la toldilla. Zarpo y respiro, y emprendo de nuevo viaje. Recorro en mis ojos versos y mares, propios y ajenos, y me dejo al fin adormecer -emocionado, asustado, a veces hundido- entre el oleaje.
Rata de barco pirata
Suscribirse a:
Entradas (Atom)