domingo, 24 de mayo de 2015

Querido silencio, de Luis Muñoz

Luis Muñoz es uno de mis poetas más admirados y queridos de todos los tiempos, a la altura de cualquiera de los mejores poetas reconocidos de la historia. Me cautivó con su poesía desde su primer poemario, “Septiembre”, (Hiperión, 1991) y, desde entonces, cualquier nuevo libro de Luis Muñoz lo celebro con esperada alegría.

Cualquiera de sus libros es digno de destacar. En todos ellos la poesía alcanza su máxima expresión literaria y estética. Su último poemario, Querido silencio, es quizá su libro más depurado, simbólico y minimalista, como pequeñas escenas de la realidad. Aunque resulta complejo elegir un solo poema, extraigo de este poemario uno de los que más me han cautivado.


DEJAR LA POESÍA

Por restar mientras que tú sumas.
Por llenarte de pájaros la mesa.
Por llevarte adonde no sabes salir.
Por castigarte sin hablar.
Por decirte: estás solo.
Porque le rindes cuentas.
Por preferir que cargues
con su dolor de siglos
cuando te sientes nuevo.
Por su imán descabellado.
Por la sed que produce
cuando finge ser agua.
Por su vida paralela.
Por hablarte
cuando quieres dormir.
Por su orgullo de bestia descarriada.
Porque mira a la muerte
con el rabo del ojo
cuando canta oh belleza.
Por no dar explicaciones.
Por suficiente.
Por insuficiente.
Por beberse la sombra de mañana.



Luis Muñoz nació en Granada en 1966, en cuya universidad se licenció en Filología Española y en Filología Románica.
Su obra poética hasta 2005 está recogida en el volumen Limpiar pescado. Poesía reunida 1991-2005 (Visor, 2005). Ha publicado los libros de poemas Septiembre (Hiperión, 1991), Manzanas amarillas (Hiperión, 1995), El apetito (Pre-Textos, 1998), Correspondencias (Visor, 2011) y Querido silencio (Tusquets, 2006) 





No hay comentarios:

Publicar un comentario